ANALOGÍA PLANETARIA DE LOS OFICIALES EN LOG∴

La Instalación de los nuevos oficiales en el año Masónico que comienza precisamente con el Solsticio de Verano, la rotación de cargos, la evaluación de los frutos del Trabajo en cada  Logia, son elementos esenciales de la Pedagogía y de la Simbología masónica.

Daniel Beresniak en su escrito “Los oficios y las Oficialías de la Logia”, nos advierte que el simbolismo al igual que la palabra puede despertar o embrutecer, puede liberar o alienar, así mismo insiste en que el símbolo es para el Masón una herramienta en el trabajo sobre sí mismo, que nos permite ir más allá, interiorizar, evocar y encontrar nuevos significados tanto interior como exteriormente.

Al empezar un nuevo año Masónico quiero recordar la analogía de índole planetaria que tradicionalmente se ha hecho de cada uno de los cargos cuyas funciones se recuerdan en el momento de la Posesión y que el Oficial promete solemnemente cumplir ante sus HH:.y HHnas.:

EL TEMPLO: Es el ámbito intermedio entre el Macrocosmos y el Microcosmos, espacio sagrado al cual debemos entrar revestidos con el Mandil, símbolo del Trabajo. Su distribución y su decoración evocan la perfección y la armonía del universo.

EL GUARDATEMPLO: Se asocia con Plutón, guardián de los lugares sombríos, en donde se forjan los metales.

PRIMER VIGILANTE: Asociado con Marte, rigor y fuerza inflexible; su función es catalizar y multiplicar los focos de energía.

SEGUNDO VIGILANTE: Su planeta análogo es Venus, símbolo de la gracia, la belleza y la armonía; reúne lo que está disperso y suscita las afinidades y las fusiones.

GRAN EXPERTO: Es Urano; novador y conservador, aquel que abre y fija, que enriquece y que mantiene; que ordena y regulariza.

MAESTRO DE CEREMONIAS: Se asocia con Mercurio; el mensajero, cubica la Logia.

TESORERO: Es Saturno; al que la prudencia retiene en los lugares sombríos, es el condensador de la energía común.

HOSPITALARIO: Su planeta análogo es la Tierra; nutriente, verde y próspera, reconfortante para quienes sufren.

ORADOR: Sol y vida; principio del verbo y dispensador de la energía creadora.

SECRETARIO: Es la Luna; refleja la luz y registra sus emanaciones

VENERABLE MAESTRO: Es Júpiter que coordina las asociaciones y las estabiliza

PAST MASTER : Es Neptuno, el amo de las aguas límpidas que se encuentra tan tan retirado que su influencia apenas es perceptible, es el vehículo de la sabiduría.

Estas analogías, recalca Beresniak, son metáforas que facilitan y permiten avanzar en la exploración de nuevos significados, a “demoler las barreras que separan la intuición, la imaginación, a la razón, a  estimular estas facultades y hacerlas participar en la percepción”.