El templo y su relevancia en el mundo Maya
El templo es un recinto de relación hombre-espíritu donde las diferentes culturas en el mundo han generado dinámicas para comprender el funcionamiento del ser humano con los diferentes mundos. En la antigüedad los templos eran diseñados para entender la relación cuerpo-alma-universo y tenían como fundamento orientar el recinto de base rectangular en la dirección oriente-occidente según la salida del sol y la interrelación norte-sur como un meridiano. En el templo se imagina el Cenit con un cielo con estrellas y el Nadir o piso, como un mundo físico con sus dos columnas, las luces, los cuatro elementos y los símbolos que armonizan al ser y lo relacionan con el universo en sus diferentes niveles u oficios. Es decir, que al templo siempre han asistido personas de diferentes grados o niveles en busca de la sabiduría. En el oriente existía un lugar para los maestros o hierofantes, al occidente un lugar para el guardián y a los lados, columnas para los grupos de personas en sus diferentes grados y oficios apoyados por las luces del templo, o vigilantes.
Dada la ocasión me permito compartir con ustedes, experiencias personales observadas en tres de los templos antiguos de la Rivera, Maya. En la Zona de Yucatán, México se encuentra un gran centro de oración denominado Chichen-Itzá, el cual posee en su centro la gran pirámide o castillo de Kukulcan, dedicada al verbo creador “Chi”, al agua o “Cha” y a Itzá o Diosa del espíritu de la galaxia, demostrando así una relación del universo con los elementos. De la raíz Chi, o sonido aun existen en nuestro lenguaje expresiones como chito, chisme, chistoso, etc.. Ésta pirámide es de base cuadrada y culmina en un templo rectangular. Se asienta sobre una plataforma rectangular de 55,5 metros de ancho y tiene una altura de 24 metros. Cada lado de la pirámide tiene una gran escalinata, 91 escalones por lado y 1 más que conduce al templo superior, dando 365 escalones, uno por día del año. Y es sus ángulos inferiores aparece la gran cabeza de la serpiente plumada o Quetzalcóatl.
Las interacciones de la luz solar, los sonidos y el agua, dejan ver y escuchar diferentes posiciones de la serpiente plumada con relación al solsticio y al equinoccio en las diferentes épocas del año. Los guías turísticos aplauden y golpean sus manos de distintas maneras para que los visitantes escuchen al jaguar y al quetzal y pueden emitir mensajes que llegan a kilómetros de la región y se pueden escuchar por ejemplo, en el cenote o pozo sagrado localizado a dos kilómetros de la pirámide, que es en sí una “boca de agua”.
Allí, en Chichen existían templos para los diferentes oficios y uno de ellos es el del Juego de la Pelota donde los caballeros águila y jaguar equilibraban sus inframundos con mundos superiores, en un juego sagrado difícil de entender con conceptos del mundo material, pero muy parecido al mito ritual del dragón donde el fuego divino alimenta el ser. Hoy en día se dan explicaciones simples sobre el juego de la pelota, donde se menciona que habían dos equipos con cuatro jugadores cada uno, que median fuerzas y el que ganaba y colocando la pelota en el aro, moría. Este templo del juego de la pelota es una incógnita al saber y es admirado por personas de diferentes países en donde se dan explicaciones en todas las lenguas.
Las ruinas de Palenque, un complejo de más de 100 Kilómetros, situado en las selvas del estado de Chiapas, del cual solo se ha descubierto el 2%, es muy visitado por europeos y jóvenes norte americanos, pues allí está en una pirámide del Dios Pakal o deidad que dominó la zona en el siglo IV. Esta deidad se veía subiendo por un túnel y luego descendiendo al centro del interior de la pirámide. Hoy en día el túnel esta sellado para proteger esta evidencia sabia pero hay una réplica exacta en el museo local.
Allí “Lord Pakal ” esta sobre un lecho de nueve capas o inframundos y luce unos atuendos parecidos a los de los astronautas y parece manejar una nave espacial, que debe mover los mundos superiores, donde se aprecian la cruz latina, la cruz ansada, las espadas y los cielos. Al lado de “Lord Pakal”, esta la pirámide de la madre en donde se observa la tumba de la reina roja.
Palenque llegó a ser un complejo inmenso de saberes ya que se conocía el manejo del agua por canales profundos y túneles, existen zonas de almacenamiento y áreas de cocina para el maíz, así como complejos de vivienda. Se cree que ésta civilización tan alta se acabo con la muerte de Pacal y que varios movimientos telúricos taparon las ruinas donde posteriormente se estableció la selva y solo los picos de pirámides fueron usados por Mayas posclásicos en el siglo XVIII y XIX.
El templo sagrado de Tikal esta enclavado en Petén, en las selvas de Guatemala, con una extensión de más de 16 kilómetros cuadrados, cubiertos de selva en donde está la pirámide más alta del mundo maya: La pirámide del jaguar. Esta es una expresión del ser físico en busca del saber cósmico en donde estelas o escritos simbólicos nos muestran el pájaro jaguar o Quetzalcóatl pasando por los inframundos y elevando sus alas y penachos a mundos superiores.
Allí tuve la experiencia de subir más de cuatrocientos peldaños y en la pirámide del sol observar el amanecer del nuevo año, experimentando con ojos cerrados la llegada de los rayos a la interrelación cuerpo-alma-mente y en donde la pirámide y sus visitantes logran generar una energía maravillosa. El sentir de la selva en este lugar es de paz y armonía, a pesar de que allí habitan más de 200 jaguares y unos cuantos quetzales en resguardo por vía de extinción. Todos los visitantes reconocen que enclavado en esta selva hay un gran misterio por descubrir y es por eso que Tikal es muy visitado por turistas de todo el mundo, pues cuenta con infraestructura hotelera de lujo, en la sede de las ruinas y cómoda, en pueblos cercanos.
El templo de Copan, ubicado en Honduras, quedo cubierto por la selva alrededor de 2000 años y se comenzó a descubrir a finales del siglo XIX. Allí la pirámide del sol da luz a oriente y se enfrenta con la sede de la triada o lugar de hierofantes. El poniente, brinda luz intermitente, en dónde siete estelas, con sus respectivos altares y símbolos expresan los nueve caminos del inframundo que el hombre común debe superar. Estos caminos se expresan en estelas, llenas de símbolos incomprensibles donde la deidad “Dieciocho Conejo” se representa dominando el mundo ante altares de superación personal. También aparecen rutas del mundo superior en los altares tales como la cruz doble, la cual representa en una línea horizontal elementos como el agua y el suelo y en sus verticales el aire y fuego. Allí hay un altar que deja ver en claro la pentalfa, otro altar deja observar el sello de Salomón o Alokitesvara de los indos y en varios de los altares se ve claramente la regla, la escuadra y el compas. Este era un espacio de trabajo sagrado, como lo describe la maestra Blavatsky en su obra de la Doctrina Secreta. Las ruinas de este templo están perfectas y la ciencia oficial la coloca en el periodo preclásico indicando que una humanidad especial hábito allí y luego desapareció. Algunos los identifican con seres sobrenaturales o seres de la Atlántida o del perdido continente Mur.
Como podemos darnos cuenta, el templo ha sido y será un lugar especial donde un sin numero de símbolos seguirán mostrando las relaciones entre el microcosmo o ser humano, y el macrocosmos o universo. Esto se expresa en los templos de hoy en día y se conocía en detalle en los templos de los antiguos Mayas.
Para terminar invito los invito a que leamos y veamos el video de youtube sobre los templos Mayas https://www.youtube.com/watch?v=B7hkqwhLIP4. También les sugiero que organicen por lo menos una vez en esta vida, una visita a estos templos que son evidencia de la gran sabiduría de las edades.
Elsa Leonor Talero